Bulimia: Síntomas evidentes de este trastorno alimenticio
ME ENCANTABA JUGAR A LAS COCINITAS
«BULIMIA NERVIOSA»
“Y ahora las odio, pienso que cuanto más lejos…mejor”. “He llegado a sentir que sólo entrar y estar en ella me hace engordar”. Ese es uno de los pensamientos que llega a tener una persona que padece uno de los clasificados en el DSM-V (siglas en inglés de Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) dentro del apartado “Trastornos Alimentario y de la Ingestión de Alimentos”.
Son varios, con criterios diagnósticos diferentes y representan una patología frecuente en nuestros días entre los adolescentes y jóvenes. Además de la existencia de una alteración de patrones de ingesta o un excesivo control del peso, se acompañan de un importante deterioro físico y social.
Cuando la persona realiza atracones de manera recurrente y conductas compensatorias inapropiadas (provocación del vómito, uso excesivo de fármacos, ayuno y ejercicio excesivo) al menos una vez a la semana durante tres meses y se autoevalúa de forma exagerada en función de su peso y silueta corporal; se establece, según el DSM-V, que cumple los criterios diagnósticos de una bulimia nerviosa. Muchas personas se podrían preguntar cómo es que alguien que lucha por estar delgado, organice festivales dentro de su nevera. Parece que la explicación no es sencilla y los estudios clínicos señalan que, detrás de los atracones, hay un intento por restringir la ingesta y mantener una dieta extrema e inflexible y estados de ánimo negativos.
Los atracones son explicados por diferentes teorías
Unas los relacionan con la evitación de estados aversivos para el organismo, otras con la búsqueda de estados placenteros y, las psicobiológicas, señalan como responsables a las regiones prefrontales y límbicas de nuestro cerebro.
Las teorías cognitivas exponen que los atracones aparecen como consecuencia de los intentos por restringir la ingesta y el someterse a dietas inflexibles y extremas, es decir, pasar hambre conduce a una pérdida de control y a su vez, la dieta es una respuesta al atracón. Una espiral de la que a menudo resulta muy complicado salir sin la ayuda de un profesional.
Tratamiento
La terapia cognitivo conductual, según investigaciones actuales sobre eficacia de tratamientos, ha mostrado ser la que con mayor apoyo empírico cuenta.
Este abordaje terapéutico sitúa, según Fairburn (2003), el núcleo del problema en la sobrevaloración de la importancia de la figura, del peso y de su control.
Los pacientes se valoran así mismos, o casi exclusivamente, en función de sus hábitos de ingesta, su figura y su peso corporal; y de la capacidad que tienen para controlarlos.
La terapia busca dar una respuesta más amplia y duradera, más allá de los atracones.
El índice de masa corporal del paciente que inicia la terapia es uno de los criterios que marcan el pronóstico de duración de la terapia, que va de 20 a 40 sesiones de media.
A menudo se involucra en ella a personas de su entorno como familiares, parejas y/o amigos.
Lda. Reyes Marina Hernando
Psicóloga Nº col. M-30766
www.cheapadultwebcam.com Publicado el 2 marzo, 2017