Mejora la capacidad de comunicación: Escucha activa
TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN EFICAZ
Habilidades para la escucha activa:
Empatía: Escuchar los sentimientos de los demás intentando entender sus motivos, ponernos en su lugar. No tenemos que estar de acuerdo, si no simplemente afirmar “entiendo lo que sientes”.
Parafrasear. Repetir con nuestras palabras lo que la otra persona nos ha dicho, para comprobar que lo hemos entendido bien “Lo que dices es que…”, “¿te refieres a …?”. Y al finalizar, resumir con frases tipo «entonces si te he entendido bien…»
Refuerzo positivo. Transmitiendo que aprobamos lo que acaba de decir y que estamos interesados: «qué gracioso»
Algunos aspectos que mejoran la comunicación
- Cuando hablamos de algo que ha hecho alguien, no debemos generalizar criticando a la persona, si no únicamente referirnos a lo concreto que ha hecho.
- No etiquetar a la persona, ya que sólo hace que se ponga más a la defensiva. «Te has olvidado de comprar la leche, la próxima vez utiliza la lista para que no se te olviden las cosas» frente a «te has olvidado la leche, eres un desastre»
- Centrarnos en cada tema individualmente, no aprovechar a reprocharle otros asuntos.
- No ir acumulando emociones negativas sin comunicarlas, ya que producirían un estallido que conduciría a una hostilidad destructiva.
- El pasado, pasado está. Sólo debe sacarse a colación constructivamente, el pasado no puede cambiarse; por tanto hay que dirigir las energías al presente y al futuro.
- Concretar. Ser específico, concreto, preciso, es una de las normas principales de la comunicación. Tras una comunicación específica, hay cambios; es una forma concreta de avanzar. Si por ejemplo, nos sentimos solos/as y deseamos más tiempo para estar con nuestra pareja, no le diga únicamente algo así: “Siempre estás ocupado/a”. Aunque tal formulación exprese un sentimiento, si no hacemos una propuesta concreta, probablemente las cosas no variarán. Mejorarían si concretamos: “¿Qué te parece si ambos cenamos juntos sin distracciones de trabajo, llamadas, etc?”.
- No generalizar. Los términos «siempre» y «nunca» raras veces son ciertos y tienden a formar etiquetas, resultan más positivas expresiones como: “a veces”, “frecuentemente”, permitiendo que la otra persona se sienta correctamente valorada.
- Abreviar. Repetir varias veces lo mismo con distintas palabras, o alargar excesivamente el planteamiento, no es agradable para quién escucha. Lo bueno, si breve, dos veces bueno
- La comunicación no verbal debe de ir acorde con la verbal . Decir » ya sabes que te quiero» con cara de estar saturado no le dirá nada a la otra persona o incluso empeorará cómo se siente.
- Si vamos a pedir explicaciones mejor estar solos
- Mirar a la persona cuando nos habla.
- Volumen, tono de la voz. Adecuadamente usados pueden cambiar radicalmente los resultados
- Elegir el lugar y el momento adecuados. Si vemos que no es el momento adecuado para hablar, utilizaremos frases como: “si no te importa podemos seguir luego… ”
- El ambiente íntimo y tranquilo
- Si vamos a elogiarlo, ayudará que esté en grupo.
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