Lo que pensamos transforma nuestro cerebro
El cerebro se preocupa de que sobrevivas, no le importa que no seas feliz
El biólogo Estanislao Bachrach publica un libro explicando cómo nuestra mente y lo que pensamos puede transformar nuestro cerebro. De la entrevista realizada por Lorena Ferro destacaría las siguientes ideas que me han parecido francamente interesantes:
- No podemos controlar nuestro cerebro pero sí gobernarlo un poco más.
- El cerebro no distingue entre realidad y fantasía pero sí reconoce tus creencias. Creer implica saber qué sucederá luego en nuestro camino del cambio: trabajo, disciplina, compromiso, tiempo…
- Cambiar es sinónimo de aprender. Con la edad se quiere dominar, no se quiere cambiar porque éste implica fracaso.
- El cambio es un proceso, un camino.
- El cambio implica dolor, aunque se venda como fantástico cuando se cambia, uno lo pasa mal.
- Usando más tus pensamientos y emociones dirigirás un poco más tu vida en vez de que el cerebro te la dirija
- La calidad y el contenido de lo que piensas cambian geográfica y físicamente tu cerebro. Si piensas negativamente, en 10 años tu cerebro va a tener avenidas y autopistas (neuronas) cada vez más negativas. Estás a tiempo de dar marcha atrás en la plasticidad del cerebro. Pero a más años de pesimismo, más vas a tener que trabajar.
- Hay que dedicar tiempo, compromiso y disciplina a cambiar eso. Se llaman pensamientos negativos, (como te expliqué en el anterior artículo). En algún momento se hizo un hábito en tu vida y ahora lo tienes incorporado y es automático
- El cerebro trata de que no pienses, que no hagas nada nuevo y de que no cambies porque si así estás bien no le importa si eres feliz. Si no te detienes a hablarle, a hacer la pausa, a ver dónde estás hoy y qué quieres para mañana el cerebro no lo va a hacer nunca