Trastorno Obsesivo-Compulsivo


En el trastorno obsesivo compulsivo el individuo vive tanto la obsesión, pensamiento que no se puede deshechar, como la compulsión, acto que el sujeto se ve obligado a realizar, como órdenes que siente surgir dentro de sí mismo y que debe obedecer pese a que las considera absurdas, patológicas, anormales y perjudiciales; si se resiste, nota una angustia creciente hasta que tiene que ceder. Estas obsesiones y compulsiones se dan de manera combinada en una persona aunque en una persona determinada pueden dominar claramente uno de los dos tipos.

TOC

¿Tiene el individuo normal obsesiones y compulsiones?


Las obsesiones y las compulsiones aparecen, dentro de cierta medida, en casi todas las personas. Son más frecuentes en la infancia. Los niños tienen compulsiones a pisar las rayas del pavimento, a dar golpes a todos los postes, a canturrear durante horas el mismo estribillo, etc. En adultos aparecen ocasionalmente frases o ideas que resisten durante horas o días todos los intentos de uno mismo para arrancarlas de su pensamiento, al igual que ocurre con las piezas musicales, estribillos que reaparecen de modo obsesivo.

La patología corresponde a la exageración de fenómenos habituales como las dudas obsesivas que a personas normales les aparecen con distinta intensidad, del tipo de los escrúpulos religiosos (duda de si ha pecado o no…); de si cerró bien los grifos, si apagó la luz, si perdió la cartera, si cerró el coche, etc. Y lo comprueba una y varias veces aunque sabe que no hay motivo. Digamos que es el mismo motivo que la patología pero en miniatura. Los casos intensos suponen una verdadera tortura dejando al individuo inutilizado para la vida normal.

Por ejemplo, una persona que tiene que lavarse las manos treinta veces; sin duda, si lo ha hecho mal una sola vez, tiene que repetir el ciclo de treinta lavados. Como consecuencia puede llegar tarde al trabajo, incluso puede terminar perdiendo el empleo o tener lesiones en la piel por lavarse tan a menudo. Y no podemos olvidar el sufrimiento acentuado por la clara consciencia de que todo es injustificado, absurdo, ridículo y enfermizo.

Tratamiento TOC


El trastorno obsesivo-compulsivo se elabora sobre una forma especial del carácter: el carácter obsesivo. Este carácter es fruto de influencias ejercidas en la infancia por los padres del individuo, de los que uno suele ser también obsesivo, pues la enfermedad noes hereditaria pero se transmite por «contagio emocional». Los padres del obsesivo-compulsivo suelen ser inseguros, rígidos, con severidad excesiva, despegado o al menos, poco expresivos con el niño. En este ambiente, el niño se forma un superego (personalidad con niveles muy altos de exigencia) poderoso, una hostilidad hacia sus padres que le provoca grandes sentimientos de culpa y con ellos, intensa carga de intensidad y los mecanismo de rechazo, represión y luego desplazamiento y sustitución hacia los síntomas obsesivos, que en realidad sólo son símbolos de estos conflictos internos.

El obsesivo es perfeccionista, para defenderse de los sentimientos de culpa que lo acosan. Suelen ser también minucioso, detallista y con un agudo sentido de crítica, que para su desgracia suele ejercer también sobre sí mismo y sus actos. Suele además mostrar una notable indiferencia afectiva, que no es real si no una máscara que se ha impuesto, al temer las consecuencias de sus emociones.

La terapia psicológica es fundamental para buscar y neutralizar el impulso o temor reprimidos que se esconden bajo el disfraz de los síntomas obsesivo-compulsivos.  El obsesivo suele preguntarse si no es el principio de una forma de «locura», ya que unos síntomas tan irracionales le hacen temer perder la razón. Nunca evoluciona hacia unapsicosis, el obsesivo conservará la razón, aunque no pueda comportarse «razonablemente»

PIDE CITA PSICOLOGO www.cheapadultwebcam.com Publicado el 22 marzo, 2014