¿No sabes cómo afrontar el estrés? Te damos 5 consejos
Te encuentras en medio de un atasco y no llegas a tu reunión, y además esto hará que luego no llegues a la comida que llevas meses planeando… Se te acumulan las tareas, no dejas de tener cosas pendientes que nunca acabas, corres de un lado a otro desbordado y te sientes agobiado, sobrecargado, agotado y nervioso…
¡Entender el estrés nos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida!
¿Por qué nos estresamos?
Hemos mejorado nuestra calidad de vida a lo largo de los años, pero paradójicamente, tenemos los niveles de estrés disparados. Asumimos una carga de tareas mayor de la que nuestros propios recursos nos permiten. Viene siendo como «comer con los ojos».
Estos y otros son algunos de los síntomas fácilmente reconocibles que produce el estrés: sudoración, manos frías, palpitaciones, angustia, insomnio.
En qué aspectos se manifiesta el estrés:
- Descripciones verbales de las alteraciones emocionales. Es decir, la persona que está estresada suele explicar su estado de ánimo como «estoy triste, irritado, me encuentro mal, no puedo más…»
- Modificaciones de la actividad cognitiva: El estrés puede mejorar el rendimiento cognitivo al elevar la atención al nivel de la conciencia. Sin embargo, lo que suele pasar es que esta situación prolongada empeore la actividad intelectual, el razonamiento, las relaciones familiares y sociales y el juicio.
- Conductas motoras específicas que van desde el temblor a la rigidez muscular, las expresiones de la cara o el cambio de residencia o trabajo
- Modificaciones de tipo fisiológico. Está claro que antes el estrés, el organismo en conjunto reacciona tanto en el aspecto biológico o corporal como en el psicológico. Como consecuencia actúa como desencadenante de enfermedades sobre todo del sistema inmunitario, cardiovascular, gastrointestinal y psicosomático.
El estrés que dura en el tiempo, provoca mucho agotamiento físico pero también cansancio psicológico. No todas las personas responde igual ante el estrés, dependiendo de cada reacción de la personalidad de cada uno, de sus mecanismos de defensa que se ponen en marcha, de las circunstancias sociales y ambientales de cada momento…
¿Cómo podemos afrontar el estrés?
Prácticamente todas las personas estamos sometidas a estrés, pero unos se defienden adecuadamente mientras otros se vienen abajo. Para afrontarlo, vamos a mostrarte un plan que se estructura en las siguientes medidas:
- Actitud psicológica: En todo momento hay que conocer aquello a lo que uno se enfrenta, las exigencias que le impone y las posibles consecuencias. Por ello debemos valorar nuestras aptitudes a la hora de seleccionar el modo de vida. Es decir, que hay que prepararse para cada situación esperando de ella lo que nos va a traer consigo, estar esperando esa reacción, ni más ni menos.
- Mantener una vida sana física para el organismo, evitando en la medida de lo posible el café, el alcohol, el tabaco y realizar ejercicio regularmente, evitando así sobrecarga de tensiones.
- Técnicas de relajación: Soy muy eficaces. En un primer momento se han de aprender de un técnico pero una vez asimiladas se pueden poner en marcha por uno mismo. Las técnicas más utilizadas son las de Jacobson (contracción y relajación de los músculos) y el entrenamiento de Schultz (combinando mente y cuerpo)
- Mantener una situación afectiva estable y satisfactoria. El apoyo social ayuda mucho.
- Organizar el trabajo y las demás actividades de tal manera que el gasto de energía y su recuperación estén controlados. El problema está en que mantenemos en la mente todas las tareas incompletas y pendientes y eso nos genera estrés, pues nuestra cabeza las clasifica como tareas que deberíamos estar haciendo en ese momento. El problema viene cuando tenemos más de una tarea inconclusa, pues no podremos resolverla al mismo tiempo y se quedará en nuestro pensamiento generando intranquilidad y agobio.
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